Prof. y Lic. en Psicóloga
miércoles, 23 de octubre de 2013
¿Qué decimos cuando hablamos sobre PSICOPATOLOGIZACIÓN?
Pedagogía
ATENCIÓN!!! TRASTORNOS INFANTILES INVENTADOS .gif)
05-07-2013
Erica Faerman
¿Por qué un niño puede mostrarse desatento?
La dificultad atencional es una patología orgánica?
Por qué razón, situaciones de la vida cotidiana se trasladaron al campo médico?
Para qué se inventan diagnósticos que no tienen ningún fundamento científico?
Qué se esconde detrás de la cultura de la medicalización que se está instalando a nivel mundial?
Qué sucede cuando se alenta a una generación a crecer confiando en las drogas legales como paliativos del sufrimiento?
Cada vez hay más niños y adolescentes con dificultades atencionales. Generalmente la maestra es quien lo detecta y comunica a la familia. El problema se produce cuando la escuela, con la intención de ayudar, instala la medicación como modo de intervenir frente a estas problemáticas.
Transmitirles a las nuevas generaciones que para acallar el sufrimiento se debe ingerir drogas legales, forma parte de una cultura medicalizadora que responde a intereses económicos y políticos mundiales. Medicar no es lo mismo que medicalizar. Este último concepto se refiere al abuso que se está realizando sobre millones de niños para acrecentar la venta de medicamentos fortísimos (ej. Metilfenidato, risperidona), con efectos colaterales terribles, sobre la base de fundamentos inciertos y hasta el momento in comprobables.
Es necesario advertir a los miembros de las instituciones educativas, que quienes avalan este tipo de terapéuticas consideran que es un trastorno de origen neurobiológico, orgánico. Sin embargo, esto que se difunde de ningún modo está comprobado científicamente.
Otro punto controversial es la técnica que se utiliza para realizar el diagnóstico de este cuestionado síndrome disatencional (ADD), el test de Conners que consta de 20 preguntas cuyas respuestas dependen absolutamente de la mirada subjetiva del observador.
Estas tácticas patologizadoras, donde se trasladan los problemas políticos-sociales-educativos-familiares al campo médico, responden a estrategias de la que los sujetos son objetos de discursos de poder que operan sobre estas cuestiones.
De lo dicho se desprende que los padres pueden negarse a este tipo de rotulaciones infundadas y al tratamiento médico que se les intenta exigir para la continuidad escolar de su hijo.
Para finalizar voy a citar a la psicopedagoga Alicia Fernández, quien con suma claridad responde a la pregunta por qué un niño puede estar desatento:
“Un alumno puede mostrarse desatento en la escuela porque sufre de abuso o violencia familiar, porque se siente en peligro, porque siente al mundo amenazante, porque está deprimido, porque se siente hostigado, porque está en trabajo de duelo (elaborando alguna pérdida), porque no le interesan los contenidos enseñados, porque lo que le enseñan es poco atractivo, porque quienes le enseñan no lo atienden como ser pensante y deseante… Puede además, simplemente estar afectado –como lo estamos todos- por los desarrollos telecnomediáticos al servicio de la sociedad de mercado.” La atencionalidad atrapada, Bs.As., 2011.
Erica Faerman Mat Nº123
La dificultad atencional es una patología orgánica?
Por qué razón, situaciones de la vida cotidiana se trasladaron al campo médico?
Para qué se inventan diagnósticos que no tienen ningún fundamento científico?
Qué se esconde detrás de la cultura de la medicalización que se está instalando a nivel mundial?
Qué sucede cuando se alenta a una generación a crecer confiando en las drogas legales como paliativos del sufrimiento?
Cada vez hay más niños y adolescentes con dificultades atencionales. Generalmente la maestra es quien lo detecta y comunica a la familia. El problema se produce cuando la escuela, con la intención de ayudar, instala la medicación como modo de intervenir frente a estas problemáticas.
Transmitirles a las nuevas generaciones que para acallar el sufrimiento se debe ingerir drogas legales, forma parte de una cultura medicalizadora que responde a intereses económicos y políticos mundiales. Medicar no es lo mismo que medicalizar. Este último concepto se refiere al abuso que se está realizando sobre millones de niños para acrecentar la venta de medicamentos fortísimos (ej. Metilfenidato, risperidona), con efectos colaterales terribles, sobre la base de fundamentos inciertos y hasta el momento in comprobables.
Es necesario advertir a los miembros de las instituciones educativas, que quienes avalan este tipo de terapéuticas consideran que es un trastorno de origen neurobiológico, orgánico. Sin embargo, esto que se difunde de ningún modo está comprobado científicamente.
Otro punto controversial es la técnica que se utiliza para realizar el diagnóstico de este cuestionado síndrome disatencional (ADD), el test de Conners que consta de 20 preguntas cuyas respuestas dependen absolutamente de la mirada subjetiva del observador.
Estas tácticas patologizadoras, donde se trasladan los problemas políticos-sociales-educativos-familiares al campo médico, responden a estrategias de la que los sujetos son objetos de discursos de poder que operan sobre estas cuestiones.
De lo dicho se desprende que los padres pueden negarse a este tipo de rotulaciones infundadas y al tratamiento médico que se les intenta exigir para la continuidad escolar de su hijo.
Para finalizar voy a citar a la psicopedagoga Alicia Fernández, quien con suma claridad responde a la pregunta por qué un niño puede estar desatento:
“Un alumno puede mostrarse desatento en la escuela porque sufre de abuso o violencia familiar, porque se siente en peligro, porque siente al mundo amenazante, porque está deprimido, porque se siente hostigado, porque está en trabajo de duelo (elaborando alguna pérdida), porque no le interesan los contenidos enseñados, porque lo que le enseñan es poco atractivo, porque quienes le enseñan no lo atienden como ser pensante y deseante… Puede además, simplemente estar afectado –como lo estamos todos- por los desarrollos telecnomediáticos al servicio de la sociedad de mercado.” La atencionalidad atrapada, Bs.As., 2011.
Erica Faerman Mat Nº123
Profesora y Licenciada en Psicopedagogía con orientación Clínica, graduada en la Universidad Blas Pascal de Córdoba (2001). Títulos de posgrados de Psicopedagoga Clínica, Psicodramatista, Estimuladora Temprana y Orientadora Ocupacional/Vocacional. Ha publicado artículos en diferentes diarios y revistas de la ciudad de Rosario, Roldán y Funes en calidad de Profesional invitado desde el año 2006. Ha participado en calidad de Profesional invitado de la inauguración del Centro Psicopedagógico “Punto de Apoyo” de Córdoba. Posee experiencia como Psicopedagoga en diferentes Instituciones de Salud y educación, Privadas y Públicas. Actualmente Directora del Centro Integral de Atención Psicopedagógica, Psicológica y pediátrica “Trekan” de la Ciudad de Rosario. Profesional Integrante del equipo socio educativo del Ministerio de Educación desde el año 2010 hasta el 2012.
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